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Año 8 - Número 2119      -      02 de Abril de 2016

 

 

Marambio cerró la campaña de verano

La gestión culminó con la operación del vuelo logístico antártico

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El 14 de marzo, la actividad en Marambio comenzó muy temprano para despedir a la dotación que participó en la Campaña de Verano.

A las 6 hs., con -11ºC de temperatura y una sensación térmica que pisaba los –20ºC por efecto del viento, hombres, mujeres y máquinas estuvieron en sus puestos esperando el arribo del Hércules C-130. Tras un aterrizaje sereno a pesar de la dificultad intrínseca de Marambio, el avión detuvo sus poderosos motores.

 

Una campaña exitosa

La Campaña Antártica de Verano (CAV) se caracteriza por ser el período de mayor movimiento, tránsito y actividad en todas las bases antárticas (permanentes y transitorias) y en mayor medida en Marambio, por la doble condición de tener un reaprovisionamiento de combustibles y suministros vía marítima, pero además como aeródromo, recibir a los vuelos logísticos que realizan los C-130, desplegar y replegar a científicos, trasladar personal y carga de otras bases próximas, todo ello mediante helicópteros y aviones.

La misión central de las bases antárticas, permanentes y transitorias, es brindar apoyo logístico para la actividad científica, y mantener la presencia de nuestra nación en el continente blanco. Argentina es el único país que sostiene la mayor permanencia ininterrumpida, cuando en 1904, instaló el observatorio de la isla Laurie, en la Orcadas del Sur.

Tal como ocurrió en años anteriores, mientras se espera la puesta en servicio del rompehielos ARA “Almirante Irízar”, se contrató al buque polar ruso Vasiliy Golovnin, un carguero de 150 m de longitud y 22 de ancho, que embarca a dos helicópteros Kamov Ka-32 y dos lanchones de desembarco, para abastecer de combustible, víveres e insumos a las bases argentinas y recoger residuos.

El Golovnin zarpó de Buenos Aires a finales de enero, y en Marambio, la descarga de víveres y combustibles se realizó entre el 11 y el 16 de febrero.

Dado que la Base está ubicada en una meseta a 200 metros sobre el nivel del mar, la carga del buque se trasladó a través de los helicópteros Kamov, capaces de transportar hasta 5 toneladas de carga colgante. Por el volumen de combustibles que requiere el destino, la descarga demanda varios días de operaciones y un esfuerzo extenuante para el personal.

La Fuerza Aérea desplegó para la CAV aviones C-130, un helicóptero pesado MI-171E y un Bell 212 de la escuadrilla antártica Skua, además de la actividad que tras varias décadas desarrolla la Escuadrilla Antártica de Vuelo Águila con aviones DHC-6 Twin Otter, permaneciendo uno de estos aviones todo el año en Marambio para trasladar personal y carga a otras bases o para efectuar tareas de búsqueda y rescate.

Este año, teniendo en cuenta el compromiso permanente de la Base Marambio y de la FAA con la protección del ambiente, se evacuaron 165 toneladas de residuos de todo tipo.

Entre los trabajos científicos más destacados que se desarrollaron, conviene destacar los hallazgos paleontológicos realizados en la isla Vicecomodoro Marambio, entre los que se encuentran: el descubrimiento de fósiles de ballenas de 35 millones de años de antigüedad, próximos a la instalaciones de la Base; el monitoreo de pingüinos Adelia; los trabajos en el refugio histórico Otto Nordenkhold, de la famosa “Expedición Sobral”, en la isla Cerro Nevado, y los estudios regulares de la capa de ozono, aerosoles y otros parámetros y componentes de la atmósfera.

Además, la Base recibe todos los años a científicos de otras nacionalidades, ya sea en calidad de tránsito o como parte de proyectos de cooperación. Así, en 2015/16, pasaron por Marambio científicos de la República Checa, de Italia, EE.UU., Brasil, Finlandia y Canadá.

La investigación científica nacional en la Antártica es coordinada y desarrollada por la Dirección Nacional del Antártico (DNA) y el Instituto Antártico Argentino (IAA), mientras que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) efectúa todos los trabajos de monitoreo y registro de la atmósfera, elabora pronósticos diarios para todas las bases de la región y observaciones meteorológicas horarias.

Visitas

Durante el verano, suelen darse con mayor asiduidad visitas de autoridades nacionales, de las Fuerzas Armadas y representantes de otros países.

En esta CAV concurrieron a Marambio, entre otros, el Ministro de Defensa, Ing. Julio Martínez, acompañado por el titular de la Fuerza Aérea, brigadier “VGM” Enrique Víctor Amrein; el comandante conjunto antártico (COCOANTAR), comodoro de Marina, Marcelo Tarapow. Además, estuvieron presentes personal de las FFAA de Colombia, interesados en instalar una base antártica.

Con respecto a la CAV, el jefe de la Base Marambio, comodoro Sergio Zulatto, manifestó: “Deseo agradecer el apoyo brindado por la Fuerza Aérea, la Dirección de Asuntos Antárticos, la DNA y todo el personal de la dotación 47 en el desarrollo de las diferentes etapas de esta campaña de verano. También quiero remarcar el alto espíritu de compromiso de todo el personal de la Base y el elevado sentido de responsabilidad para con la misión encomendada”.

La invernada

Al finalizar la CAV, la dotación que habita por un año en la Base inicia el período más íntimo, profundo y cautivante de la experiencia antártica: “la invernada”.

Durante esta etapa los helicópteros ya se encuentran en el continente, los vuelos logísticos son menos frecuentes y la cantidad de habitantes en Marambio desciende a unas 80 personas.

La vida en la Base habrá de adecuarse mucho más drásticamente a las condiciones climáticas que se hacen cada vez más duras. Las temperaturas descienden inexorablemente, los temporales aumentarán en intensidad y frecuencia, escondiendo partes de la base bajo la nieve. El trabajo en el exterior se hace cada vez más difícil, las herramientas son imposibles de tocar a mano descubierta.

Cada dotación es un grupo humano diferente, con similitudes marcadas por el trabajo cotidiano de la base antártica y diferencias de enfoque. Además, la comunicación con los familiares siempre traerá luces y sombras en los ánimos de los antárticos.

Para quienes vivieron un año en Marambio, no hay nada más cierto que aquella frase escrita en el comedor comunitario: “Cuando llegaste a penas me conocías; cuando te vayas, me llevarás contigo…”

Por Juan C. Benavente, desde Base Marambio


 

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